La actriz ha visitado la empresa Modernity S.L., donde construyen viviendas modulares, unos consejos nunca vienen mal en estos casos.
Se lo escuché a una amiga una noche: “¡Me gustaría tener una hermana como Paula”, se refería, claro, a Paula Echevarría, obviamente, hice la pregunta impertinente casi sin pensar… “¿Por lo guapa y famosa que es?”. La mirada me traspasó: “No, aunque también, principalmente por profesional y buena persona”, la segunda pregunta, impertinente, también, no me atreví a hacerla, así que callé (por prudencia).
Pero ahora que es público el interés mostrado por la actriz de Velvet en una vivienda modular (ha visitado la empresa Modernity S.L., de la que es socio Bertín Osborne), quiero aprovechar para resarcir mi falta de tacto aquella noche, ¿cómo?, pues dándole unos modestos consejos sobre la vivienda modular, por si se decide a comprar… Y el primer consejo va a ser, precisamente, ese: Que sí, que se anime a instalar en su solar una de estas maravillosas viviendas.
Las viviendas modulares, que no son, en absoluto, viviendas prefabricadas, tienen una gran versatilidad, son de rápida ejecución y de altas prestaciones, pudiendo llegar a los máximos parámetros de eficiencia energética, y ahí va el segundo consejo: Estos parámetros no basta con que nos los digan, lo que vale es que lo certifiquen, es decir, que la empresa que construya la vivienda documente cómo y porqué es eficiente, y ya sería la bomba si dicen cómo mejorarla en el futuro.
El tercero es que es preferible un garaje en planta baja antes que uno bajo rasante (parcial o totalmente), esta solución sólo debería practicarse en urbes, donde el suelo está limitado y las posibilidades son menores. Nada como aparcar tu vehículo (eléctrico a ser posible) y abrir la puerta para dejar la compra en la despensa, o descansar en tu sofá preferido sin tener que subir escaleras.
Cuarto: por supuesto, es aconsejable tener un sótano, pero lo vamos a utilizar como trastero, taller, o, incluso, como habitación del pánico, al que accederemos por una clásica y sencilla escalera (el mejor invento de la humanidad) y por un montacargas, se inventaron las máquinas para preservar nuestras espaldas en las mejores condiciones posibles. Quinto: la piscina es imprescindible e irrenunciable, si tienes que dejar el coche al raso pues ¡qué le vamos a hacer!, pero debería estar prohibido construir sin piscina.
Sexto: analiza cómo es tu régimen de vida y aplícalo al diseño de tu futuro hogar, esto te llevará unos minutos, y, con suerte, nunca más te pararás a pensar en ello cuando tu casa esté finalizada. Nada de plantearte ¿Por qué no habré puesto un vestidor más grande? O ¿Por qué no puse tres cuartos de baño en vez de dos? Lo mejor es un dormitorio más de los que se vayan a usar habitualmente, y un cuarto que pueda transformarse en dormitorio cuando haya una emergencia (oficina, gimnasio, etc).
Séptimo: un edificio en forma de “L” o de “U” ofrece más versatilidad, aunque es más costoso y menos eficiente (a más superficie exterior más difícil es controlar las pérdidas de calor). Octavo: las pérgolas son obligatorias cuando tienes un jardín, un lugar donde sentarte a disfrutar de tus ratos libres con tus familiares y amigos no tiene precio en el mercado, el coste ni lo vas a notar cuando te hagan el presupuesto a razón de 1.000 o 1.200 euros el metro cuadrado.
Noveno: Los muros de hormigón ofrecen unas prestaciones fantásticas, utilízalas, en baños y cocinas lo mejor son muebles y aparatos suspendidos, más limpios y prácticos imposible. Décimo: La orientación es crucial para una vivienda, como norma general, lo ideal es diseñar el inmueble ubicando la cocina y el salón al lado sur, así, aprovecharemos el calor en invierno y nos protegeremos de él en verano.
Undécimo: Aunque la casa sea modular, habrá unos técnicos detrás, ya sabes, arquitectos y arquitectos técnicos, conócelos, explícales cómo quieres tu hogar y que te informen de los pros y los contras. Son la mejor guía para conseguir que tu casa sea duradera, se adapte a tus necesidades y gustos y, sobre todo, garantes de que va a cumplir con los requisitos legales inherentes a toda construcción. Ojo, son cambiables, si elijes a alguien que no te convence: despídelo.
Duodécimo consejo: Cuantas menos plantas tenga la vivienda más cómoda, pero sean cuales sean las plantas que tenga, lo que es obvio es que tendrá una cubierta, así que lo ideal es dejar un acceso a ella para su mantenimiento periódico: ya sea en forma de escalera de caracol en una esquina, en forma de trampilla desplegable o, por qué no, que el montacargas del sótano alcance la cubierta.
Duodécimo más uno (toca madera): Las casas modulares se pueden hacer de varios materiales, hormigón, madera, estructura metálica con placas de aluminio… lo importante es que te guste el resultado, toca los materiales antes de elegirlos (esto es muy zen, ¿verdad?). Decimocuarto: Las ventanas son un mal necesario, nos rompen la envolvente y permiten la entrada de los cambios climatológicos adversos, así que ponles mucha atención, donde no son necesarias, que no estén y donde son imprescindibles, que no escaseen.
Decimoquinto: Construir una vivienda desde cero es una gran aventura, disfrútala, involúcrate, tu trabajo y tu día a día se resentirán un poco mientras lo haces, pero tu futuro lo agradecerá. Ponle el máximo cariño en la elección del diseño interior, siendo así, cuando la termines, será una gozada vivir en ella y, llegado el caso, también será más fácil venderla (lo que hacemos con cariño siempre tiene más valor).