Una Correlación de sucesos tuvo como consecuencia final mi parada en el Mundo. No se trata de exponer aquí cuales fueron estos sucesos, ni como desembocaron hacia lo que soy a día de hoy, pero si se trata de matizar cuales son mis metas como técnico, metas que vienen indisolublemente unidas a la mentada Correlación de sucesos.
Enumeraré las que considero deben apreciar los que están llamados a ser mis futuros clientes:
- Una vez me encarguen el trabajo seré una parte de él, para bien o para mal, yo soy mi trabajo y, por lo tanto, fracaso cuando no cumplo las expectativas creadas y triunfo cuando mi cliente queda satisfecho.
- La creatividad no está disociada de la economía, me adapto perfectamente (o pretendo hacerlo) a mi cliente, y miro por sus intereses económicos, funcionales y estéticos.
- El valor de lo que hago lo pongo yo, y, por experiencia, esta siempre entre lo que el mercado demanda y lo que el cliente exige. Es decir, mi precio la mayoría de las veces es justo.
Estas tres premisas se vinculan a mi trabajo y pretenden ser la única guía a satisfacer plenamente, si quieres saber ahora lo que puedo hacer por ti, sólo tienes que darle a la pestaña «¡¡Qué hago!!»