Un edificio recubierto del metal más preciado por la humanidad… y con cualidades térmicas que lo hacen práctico, útil y único
Hola, aprovechando la noche mágica del 14 de Febrero, en la que en muchos lugares del Planeta se celebra el día de San Valentín, nos reunimos en la casa de mi tía (la de Toronto, ya sabéis) un grupito de amistades de lo más selecto, por supuesto, tan sólo los más íntimos y cercanos. Éramos unos trecientos, como en la famosa Batalla de las Termópilas en la Grecia clásica en la que el Rey Leónidas I de Esparta luchó contra el todopoderoso Imperio Persa de Jerjes I.
En un momento indeterminado de la noche, un grupito de cinco personas, entre ellos yo, Rodolfo, nos desvinculamos del resto para pasear con cierto abrigo en las frías noches de Ontario. El placer de la compañía nos incitó a explayarnos en historias variopintas que generaron en todos nosotros la sensación de grupo necesaria en todo evento importante. Hubieron dos historias dignas de elogio, la de una amiga (y princesa de algún país) que nos contó sus experiencias con el nuevo sistema de gimnasia Piloxing y, como no podía ser de otra forma, la mía, en la que deleité a los asistentes con el famoso misterio del Edificio de Oro.
Decimosexta parada: La Fachada de Oro
De niño estaba fascinado con el Royal Bank Plaza, en Toronto (Ontario, Canadá) que consta de dos edificios de oficinas: Royal Bank Plaza South y Royal Bank Plaza North, el primero un rascacielos de 180 metros de alto y el segundo que alcanza112 metros (41 y 26 plantas de altura cada uno). En aquellos tiempos ni pensaba en los negocios que cerraría en esa sede, y mucho menos, que terminaría siendo propiedad de Oxford Properties. Estamos hablando de un edificio diseñado por Boris E. Zerafa del estudio de arquitectura WZMH y construido en el año 1977.
Ni que decir tiene que mi afición por la Arquitectura de hoy día, en parte, viene de estas espectaculares construcciones que vi en mi tierna infancia, la singular estructura de metal y cristal con plantas triangulares y fachadas escalonadas verticalmente dejan sin aliento a los miles de trabajadores que, forzosamente, tienen que pasar diariamente por este centro neurálgico de la ciudad. Aunque lo más increíble y lo que creó en mí la sana e imperiosa necesidad de conocimiento fue el dorado brillo que despedían (y despiden) las ventanas de los edificios.
Estuve cerca de un año para descubrir el misterio, mis padres no cedieron a mis exigencias de conocimiento y tuve que indagar y socavar información de fuentes externas a mi, por entonces, escaso entorno social. No lo sabía, pero sufría lo que se denomina como “fiebre del oro”aunque en mi caso, la sacié con información. Una noche conté las más de 14.000 ventanas que tienen las dos torres, esa noche se apiadó de mí el portero del edificio y me aclaró que cada vidrioestaba recubierto por una capa de 24 quilates de oro, lo que explicaba, evidentemente, el brillo dorado. A la inocente pregunta de cómo era posible que nadie se lo llevara, el operario me señaló que debido a la técnica de fabricación de los cristales este oro no es recuperable y nadie se ha llevado una sola onza de este edificio.
El Oro
Pero el Oro no se introdujo en la construcción de este edificio por su belleza, o, al menos, no sólo se utilizó por eso. El oro es un aislante térmico y reduce los costes de calefacción del edificio ¿Cómo es posible? Os lo aclaro en breve.
El oro es un metal muy denso, blando y de color amarillo intenso. Es también, el metal precioso más útil y práctico en el comercio, debido a sus características intrínsecas, me explico, el oro se encuentra en la naturaleza en estado puro, lo que hace que si lo encuentras en una mina o en un riachuelo puedas utilizarlo con solo quitarle la suciedad de encima. Es un metal dúctil (se deforma en gran medida sin romperse, pudiendo obtener superficies grandes y finas),es maleable y, la guinda, es uno de los metales menos reactivos químicamente, lo cual aumenta su durabilidad exponencialmente.
El oro es, también, un excelente conductor eléctrico y térmico, ¿Qué cómo puede ser aislante y conductor térmico al mismo tiempo? Os preguntaréis, claro, como lo hice yo mismo en su día. Bien, la respuesta la tenemos en su elevada densidad (a mayor densidad mejor aislamiento acústico y térmico de un material), esta cualidad, unida al poder reflectante del oro y a la ductilidad del material hacen que con un grosor irrisorio se consiga repeler el calor. Un ejemplo: en tecnología espacial se usa el oro para impedir que se sobrecaliente el interior de una nave cuando entra en la atmósfera terrestre, nunca salgas al espacio exterior sin oro. Otro ejemplo: existen mantas térmicas que combinan la acción de la plata y el oro (una capa por cada lado) protegiendo a los accidentados de las posibles pérdidas de calor.
Gracias a la fina lámina de oro que recubre los ventanales del Royal Bank Plaza, disfrutamos de una vista dorada sin precedentes y el edificio se ha ahorrado millones de dólares canadienses en calefacción.
En la actualidad
En el cercano año 2010, el Royal Bank Plaza hizo historia al convertirse en la primera torre de oficinas del banco en Canadá en obtener Leed-EB Oro a través de una serie de medidas de ahorro energético.Ha recibido varios premios por ello como el ya mencionado USGBC Leed-EB Gold Certification2010, el BOMA Building Excellence Certification 2009 o el NAIOP Rex Office Development of theyearaward 2008.La misma firma arquitectónica que lo creó en 1977, ha sido la responsable en el año 2008, de rediseñar la interacción de este complejo con el área circundante, aumentando la importancia de las entradas, mejorando y modernizando el centro comercial y optimizando las zonas de ocio y restauración.
No puedo terminar este artículo sin reseñar una idea que debería estar en la mayoría de los edificios importantes, tanto si son administrativos como si su uso es de otra índole. Esta idea la llevó a cabo Oxford Properties el 10 de septiembre de 2012, al instalar pantallas en el vestíbulo para mostrar el consumo de electricidad en tiempo real. Los inquilinos fueron conscientes en ese momento de cómo pueden ahorrar hasta el 50% del consumo energético de las oficinas con sus decisiones y acciones. Un ejemplo a seguir.
San Valentín, Batalla de las Termópilas, un edificio de Oro, ideas para el control del consumo eléctrico… Leerme os está haciendo más sabios, y lo sabéis. Adiós.